El Tribuno no para de mentir

El Tribuno no para de mentir, lo hace sin ponerse siquiera colorado, pone el prestigio del diario en juego en cada mentira, y hace que sus “periodistas” jueguen su nombre en favor de su mentira.

Toda banda, entendiendo a banda no por el sentido musical, tiene un modus operandi, y el diario comandado por el para siempre exgobernador y procesado senador nacional Juan Carlos Romero tiene el suyo, y el siguiente es un claro ejemplo de cómo ejercen la mentira y la sostienen a pesar de que su mentira quede desnuda a pocas horas de su publicación:
El pasado 4 de julio publicaron una nota titulada: “Se anunció como terminada en octubre pero la obra continúa”, a la que se puede acceder en este ENLACE.
La nota fue “firmada” por Robustiando Pinedo, también recordado por la vergonzosa operación que encaró él y el Diario con la mentira de Abra de Santa Cruz.
En ese mal llamado artículo, pues es un instrumento de propaganda política, se intenta convencer al lector que “La ampliación del hospital de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, tiene un año de demora. Es una de las obras del llamado Fondo de Reparación Histórica (FRH) que el Gobierno de la Provincia lleva adelante en uno de los municipios más pobres de la Argentina. Curiosamente, en la página oficial del organismo que maneja el destino de los 187.000.000 de dólares, la obra figura como terminada. Sin embargo, los trabajos continúan en el terreno, como pudo comprobar El Tribuno”.
Mal se puede decir “comprobar” cuando no sucedió tal cosa, pues si al menos Pinedo o alguien más del diario se hubiesen preocupado por “comprobar” la veracidad de su “información” se hubiesen dado con la siguiente noticia: “A las obras ejecutadas y terminadas a través del Fondo de Reparación Histórica, se suman nuevas obras que las realiza la Secretaría de Obras Públicas”, a la que se puede acceder en este ENLACE.
Pero mejor lo explica el secretario de Obras Públicas, Sergio Zorpudes:


Estando al tanto de esta información que derrumba la mentira, en la que sólo citan fuentes misteriosas que proveen la información grabada en las páginas del diario, al día siguiente tampoco se dignaron en corregir su “error”.
Pero eso sucede siempre con el diario, mienten deliberadamente para perjudicar a alguien, cuando ese alguien los notifica de su error simplemente omiten publicar la aclaración, así sostienen su mentira, que en el fondo es una necesidad política del dueño del diario, que sin la mentira no podría sostener su carrera política que se está derrumbando jaqueado por las causas judiciales a las que lejos de enfrentar las evade con artimañas legales.